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la 3725 Samson era una calle en una ciudad concurrida. A primera vista parecía cualquier otra calle. Pero esta calle no era como las demás. Era un lugar lleno de historias escondidas en cada rincón, esperando a la persona adecuada — curiosa y valiente — para venir y aprender.
La calle tenía cierta antigüedad, remontándose hasta principios de los años 1900. Samson, un hombre generoso, fue uno de los primeros residentes. Luchó y construyó una casa donde vivía con su familia. Entonces la calle era tranquila, con pocas casas y pocas personas.
A medida que la ciudad crecía más y más, seguían llegando más personas a 3725 Samson. Comenzaron a abrirse tiendas a lo largo de la calle. Algunas vendían pan, otras ropa y otras juguetes. Y la gente venía de todas partes de la ciudad para conseguir lo que necesitaban. Esta calle especial también era hogar de inmigrantes que buscaban redención en una nueva vida.
Una casa en la calle era particularmente especial. Allí vivía una familia que amaba la música. Ellos eran diferentes de otras familias. Eran tan amantes de la música que organizaban conciertos en su patio trasero. ¿Qué tal si escucharas a Louis Armstrong y otros músicos famosos tocando al lado? La gente venía de lejos para escuchar. Hoy, la casa es un museo donde la música y la familia que tanto la amaba viven para siempre.
Había túneles debajo de la calle que nadie había escuchado nunca. En aquel tiempo cuando ciertas bebidas eran ilegales, estos túneles transportaban sustancias sin ser detectados. Los túneles están cerrados ahora, pero son un recordatorio de que las calles tienen secretos emocionantes.
Helen era una mujer amable y también vivía en esta calle. Ella era diferente a todos los demás, porque amaba a los animales más que a nada. Si veía un gato o perro perdido, se ocupaba de él. Su hogar se convirtió en un santuario para animales necesitados. Luchó arduamente y ayudó a fundar un refugio para animales que sigue ayudando a los animales hoy en día.
Cada calle tiene una historia y la 3725 Samson tiene historias que contar. Hay historias sobre música, historias sobre ayudar a los animales y historias sobre personas que trabajan duro para construir una buena vida. De alguna manera, esta calle nos enseñó que cada territorio tiene su propia característica acogedora.